Ya queda menos...
Se
van acabando las clases y es momento de ir armando el proyecto de ASC. Así
pudimos repasar los aspectos más importantes que debe contener nuestro
proyecto. Un proyecto del que iremos informando más adelante y que pretende
seguir una línea transformadora y crítica en el que trabajaremos el arte como
base para la intervención socioeducativa.
De
esta forma volvimos a plantearnos las metodologías de acción social de Ander
Egg. Y empezamos a dar pinceladas mentales a la estructura metódica (el análisis
del contexto y sus distintas realidades, la planificación, le ejecución, la
evaluación...), así como a plantear elementos de la justificación, los
objetivos o lxs destinatarixs.
Cabe decir, que para generar un proyecto de estas dimensiones sería aconsejable trabajarlo con más tiempo, para poder hacer una inmersión total en el proyecto con opciones a poder llevarlo a cabo. Pero el sistema "bolonio" que plantea la universidad con trabajos grupales, prácticas individuales, exámenes o proyectos en grupo en todas las asignaturas no nos va a permitir poner todo nuestro potencial y esfuerzo en la mesa para desarrollar todos los proyectos al cien por cien. Y eso es una pena, porque como decía Dalí, “el tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan”.
Surgió también en clase un debate alrededor de la figura de lxs voluntarixs dentro de los
proyectos. La mayor parte abogaba por la figura profesional a la hora de llevar
a cabo y consolidar un proyecto de intervención socioeducativa, aunque se
planteó el posible riesgo de que esx profesional se apodere del proyecto en
detrimento de la participación comunitaria o ciudadana. Por otro lado, si
dejamos de lado al/la profesional, un proyecto corre el riesgo de
despersonalizarse y de perder consistencia en el largo plazo. ¿Tú que opinas?.